Van dos viajes. Ida y vuelta. Ambos inundan mis espacios con la luz plata de tus ojos. Tu sonrisa, que no es perfecta, dice mucho. Tus reflexiones también. Me diluyes la piel en tu miedo ácido. Te la tomas "on the rocks". He quedado agotada. Sin embargo no consigo dormir. Nuevamente el insomnio y los deseos de saltar de esta cornisa en la que estoy acurrucada espectando la maravilla de la noche y su trance hacia el día. A la noche le duele mientras se aclara, ¿sabías? Llora un poco y deja sus lágrimas en las flores, hasta que sale el sol y quema todo, se lleva todo.
De todas maneras, a pesar de los ojos cansados, del cuerpo adormecido y la mente dispersa, es todavía posible encontrarme un pedacito de cielo en la palma de la mano.
6 comments:
Paso por acá despues de un largo rato sin visitarte. Qué gusto leerte bien. Un abrazo.
Ronaldiño, qué gusto tu visita. Te extrañé harto. Ché, publiqué un libro. Se llama AL SUR DE ESTE SILENCIO. Lo estoy vendiendo yo. Me avisás si lo quieres.
BESOTES.
Lastimosamente la realidad es infinita.
Buen viaje hacia tu re-encuentro!!!
Muy humano y emotivo tu escrito.
Y muy hermoso.
Saludos y felicitaciones, escribes muy lindo.
Verde: No sé si es tan así. LA ralidad es la realidad. Lo que pasa es que tiene infinitas posibilidades. No sé si damos con las correctas. TAl vez, alguna de mil, acertemos. Gracias por la visita. Bienvenido.
VAnia: El reencuentro fue un vuelo alucinante. Una especie de viaje en calecita.
Dantés. Gracias por pasar. Te invito un café la próxima y conversamos de tu princesa, los niños; de mis cuentos chinos y mis palabras. Un abrazo.
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