2007/08/21

Diurno

Lunes, 20 de agosto

No había experimentado nunca un insomnio durante el día. Siempre fue la noche, trayendo sentimientos extraños, desesperación, angustia. Las visitas de las musas “dark”, los puchos, los tragos. Infaltable la música y una lectura casi siempre depre de la realidad.

Este fin de semana, fue distinto. A pesar de intentar dormir, de pretender obligarme a entrar en un sueño profundo (y lo necesitaba a gritos), no lo logré y me abandoné al insomnio diurno.

El sábado empezó bastante bien, cuando ví el primer rayo de luz saliendo del Etno. Continuó con un hermoso paisaje de montañas y una excelente compañía, que, para ser bien sincera, fue el motor del resto del día, casi como si me hubiera tomado un par de anfetas.

Lo chistoso es que al contrario del insomnio nocturno, este fue divertido, movido, chistoso. Me sentía en otra frecuencia, ajena a la del resto. Pensé que no estaría lúcida, que no daría pie con bola, pero hasta escuché historias bastante duras de una amiga y pude dar consejos. Conseguí hilar unas cuantas páginas de un trabajo pendiente, cocinar, mantener una conversación coherente con mi familia y más tarde ir a la Feria del Libro, dar vueltas, escuchar una conferencia, elegir un par de libros, conversar con conocidos. Y como en la morenada, “sin llorar”.

Mi estudio se transformó en un laboratorio y empecé a jugar con mis poemas, algunos que tenía archivados por ahí. Me puse a leer algunas de mis últimas adquisiciones literarias, un par de poemas ajenos y escuché discos que tenía olvidados hacía mucho tiempo. Ninguno de los compañeros habituales de la noche, otras voces. Y descubrí, que las musas (al menos las mías) duermen de día. No me visitaron, se mantuvieron calladitas sin acotar ni una palabra acerca de ese estado, ni dictaron textos. Nada. Al contrario de lo que pensé que sucedería (frustración por no parir un texto, a pesar de mi insistencia), me invadió una alucinante sensación de libertad, de desapego con la escritura. Nada de nervios, nada de juicios. Sencillamente, una poderosa necesidad de escapar de las habituales cárceles de mi mente y liberar el miedo.

Viví el día en technicolor, sin ganas de conflicto, estacionada en mi corazón, sintiendo todo de otras maneras, abriendo mis sentidos e intentando comprender la maravilla de dar pasos arriesgados y salir de los esquemas.

Probablemente la noche acarrea mucho peso. Tal vez se trata de hasta una intención que una le pone. Las asociaciones pueden ser no siempre lógicas y puede pasar que la trampa sea esa: noche+insomnio=PROBLEMA. ¿Por qué día+insomnio=CERO PROBLEMAS? Tal vez porque el rey sol brilla, porque hay más aire, porque el cuerpo está sincronizado para funcionar a toda máquina entre las 5:30 y las 23:00. Entre esas horas, la gente va al gimnasio, medita; hace yoga, toma desayuno, va y viene, almuerza, trabaja y estudia, entre otras cosas. Depende de cada quien.

Concluyo que ambos insomnios son totalmente diferentes, a veces el nocturno puede ser más productivo que el otro en cuanto a mi escritura, pero el diurno es más exquisito en cuanto a la lectura de la realidad y a su comprensión.

Este insomnio de día terminó recién ayer por la noche. Empezó el viernes, se hizo manifiesto durante todo el sábado; alcanzó el clímax (comprensión absoluta y clarísima de los sucesos de la mañana, sin necesidad de miedo ni culpa); se prolongó a partir de una conversación inesperada que llegó a su fin a las 5am del domingo (se había iniciado a las 2 de la madrugada); se empezó a parecer al de noche a eso del mediodía, cuando me puse de pésimo humor y sentí la misma sensaci´øn que siento cuando no he dormido tres días seguidos: desesperación.

Por suerte, una chela hizo su efecto y volví a la apertura de mente del día anterior, disfruté de un almuerzo exquisito, festejé el cumpleaños de mi madre y continué en el cine, intentando descifrar los parlamentos de unos actores chilenos (terminé yéndome, obvio, sin entender un carajo de lo que acaba de ver y escuchar en la pantalla) y rematé en casa de Ingrid, viendo otra película, bastante interesante, a pesar de ser medio “Hollywood”. Tuve que concentrarme mucho, pues estaba en inglés y nuestro amigo no se había fijado que la copia no incluía la opción “subtítulos o versión en español”. De todas maneras creo no haberme perdido el argumento.

Ya a las 22:30, cuando era obligación irme a dormir, me empezaron a visitar las musas, los dedos ya picaban y conseguí escribir un par de textos. Finalmente, descansé. Hoy, mi biorritmo sugiere que mi capacidad física es de 11%; la intelectual del 14 y creo que la emocional del 4%. No me siento así. Veremos en qué termina este día y si termina… El día ha empezado recién hace unas horas y a estas alturas, no tengo idea de lo que vendrá más tarde. De todas maneras, me ubico un poco más en este terreno del no sueño, y ya puedo controlar mejor la situación.

9 comments:

Zalator said...

No lo sé, pero acaso sea un deber el escribir y el comprender la "realidad" , se debe escribir cuando se puede creo yo, y no cuando uno quiere, acaso forsar la inspiración nos lleve a la desesperación, es mejor dejarse estar, y dejar que las musas lleguen a su tiempo... de todos modos se puede vivir sin escribir, se puede vivir, de cosas cotidianas y simples, como estar con los amigos, beber una cerveza, pasarla con la familia, ver un película "gringa", pero que diablos!! igual disfrutarla...

Saludos!

Ambarviolenta said...

Zalator! GRAN LECCIÓN. Tienes razón. Y justo ando en esos aprendizajes, intentando menos pbligaciones. Gracias por el comentario.

Alexis Argüello Sandoval said...

Un placer el discutir de insomnios y un poco más el lunes en compañia del Chucky y el Estido. Un placer y espero simplemente escuchar de otro insomnio diurno tuyo, a pesar que te envidió por estar rodeada de aquellas musas nocturnas las cuales te inspiran.
Con gratitud me despido.

Vania B. said...

Qué insomnio más productivo. Y creo que el concentrarse en disfrutar el momento, como lo has hecho, es la mejor terapia para que estos insomnios no nos torturen y se sientan constructivos en vez de destructivos.

Un beso querida Cami.

Juan Perez said...

lo más alucinante de esto.. es...

el temblor en las piernas, por que sí..!!!

estar tan hiperactivo, sin saber por qué...

la verdad es que la pasión nos mueve..!!!

ufa..!! y bien lo agradecemos con un producto llenop de sacrificio..!!!

DALE:!!!

Ambarviolenta said...

Va: Sí, es necesario un insomnio productivo, ya que si la imposibilidad de dormir puede convertirse en un problema serio, mejor lo transformamos en algo positivo, ¿no ve? Menos drama. Un beso grande.

Jota: ¿Dónde andabas? Gracias por la visita. Yo prometo visitarte pronto... La pasión nos mueve, el amor nos mueve. Es de la puta!!!

Ambarviolenta said...

Alexis: Para mí fue el enorme gusto de conversar con una persona tan sensible y tan abierta. Me gusta mucho tu manera de escuchar y atender lo que una dice. Gracias por un hermoso momento. Entré a tu blog, me gustó mucho y me parece que es una iniciativa alucinante. Espero evrte el lunes otra vez.
Un abrazo!!!

Unknown said...

cuantos espectros flotan por el techo en esos juegos de insomnio, la vigilia simple se devela en la mañana pero cuanto pesan los fantasmas de la noche en la memoria

Besos

La gata que no esta triste y azul said...

No se si el insomnio es productivo. Yo lo odio. Detras de casa esquina se agapan las cosas no resultas y los fantasma. Y lo peor es que no se van.