Oriental Tales by Marguerite Yourcenar
My rating: 5 of 5 stars
Este libro de Yourcenar me llevó por tantos lugares lejanos, a tiempos lejanos y personajes misteriosos y poco comunes en este agitado día a día de Siglo XXI. La sencillez en sus palabras y la simpleza de los relatos me dejó profundamente impresionada y también logró despertar mi poesía nuevamente que estaba bien dormida en este invierno crudo.
Amé cada historia, cada personaje. sin embargo las que más me gustaron fueron Kali decapitada, el último amor de Genghi y Nuestra Senora de las Golondrinas. Altamente recomendable para momentos en losq ue una tiene ganas de viajar y perderse en territorios e historias poco comunes.
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Thoughts, poetry, photos, drawings on feelings, the books I read and time - past and present, mostly. Because I don't know what the future looks like.
2011/12/29
2011/10/07
Midnight walking
Ciudad veloz
de ahora y
de más tarde
pasos
bizarros
hostiles
rostros
apurados
de hoy y de después
la ciudad y la noche
tu pelo azul de
perro infernal
detrás de la cortina de humo y alquitrán
tus suspiros detrás de las bocinas
y mi voz que sólo puede
pronunciar tu nombre
un ojo y
tres ojos y
más ojos
tus dedos dentro mío
calientes
mojados en tu boca y en la mía
saliva
oro
luz
de ahora y
de más tarde
pasos
bizarros
hostiles
rostros
apurados
de hoy y de después
la ciudad y la noche
tu pelo azul de
perro infernal
detrás de la cortina de humo y alquitrán
tus suspiros detrás de las bocinas
y mi voz que sólo puede
pronunciar tu nombre
un ojo y
tres ojos y
más ojos
tus dedos dentro mío
calientes
mojados en tu boca y en la mía
saliva
oro
luz
2011/07/29
Luna nueva
Se acerca otro ciclo
el tiempo pasa igual
y la luna anterior dejó resaca
la nueva viene
cargada de historias de otros lugares
de mares y voces
de cantos y vientres
un hijo nuevo
corriendo descalzo en la arena
en la orilla de tus sueños
esos de los que nunca sabes el final
otro ciclo y mi mente está igual
anclada en ti
aunque crezca el mar
aunque el viento se lleve todo
menos tus ojos de ambar
el tiempo pasa igual
y la luna anterior dejó resaca
la nueva viene
cargada de historias de otros lugares
de mares y voces
de cantos y vientres
un hijo nuevo
corriendo descalzo en la arena
en la orilla de tus sueños
esos de los que nunca sabes el final
otro ciclo y mi mente está igual
anclada en ti
aunque crezca el mar
aunque el viento se lleve todo
menos tus ojos de ambar
2011/06/23
Ardiendo/Toronto 20 11
Camino estas calles
asombrada
de tu mano
Asombrada de este instante
de tus ojos profundos y
este encuentro
Me inunda el olor a yerba mojada
el amor con que preparas la comida
y mi café
Después de la siesta
camino por tu vientre
y en tus pasos sobre el mío
descubro
un bosque
una nueva montaña rusa de ilusiones
y un desliz imaginado
necesario
en esta esquina de una mamoria rota
de los besos jamás vertidos
de tu cuerpo cerrado todavía y el mío
indeciso
escurridizo
pretendiéndose ajeno
a lo que ya es nuestro
A un espacio voluntario
inconcluso
en el que nada se ha dicho
en el que todo se presiente
Y asesinamos las dudas
el miedo y los temblores
las raíces de cuanto pueda
ser pretérito imperfecto:
tentar los cuerpos
las voces y las lágrimas
sentir el corazón ardiendo
Y no olvidarnos de nada
para mañana continuar ilusionados
de vernos en cualquier tarde completa
o una noche suspendida de un trapecio de oro
No digo nada
Solamente espero.
asombrada
de tu mano
Asombrada de este instante
de tus ojos profundos y
este encuentro
Me inunda el olor a yerba mojada
el amor con que preparas la comida
y mi café
Después de la siesta
camino por tu vientre
y en tus pasos sobre el mío
descubro
un bosque
una nueva montaña rusa de ilusiones
y un desliz imaginado
necesario
en esta esquina de una mamoria rota
de los besos jamás vertidos
de tu cuerpo cerrado todavía y el mío
indeciso
escurridizo
pretendiéndose ajeno
a lo que ya es nuestro
A un espacio voluntario
inconcluso
en el que nada se ha dicho
en el que todo se presiente
Y asesinamos las dudas
el miedo y los temblores
las raíces de cuanto pueda
ser pretérito imperfecto:
tentar los cuerpos
las voces y las lágrimas
sentir el corazón ardiendo
Y no olvidarnos de nada
para mañana continuar ilusionados
de vernos en cualquier tarde completa
o una noche suspendida de un trapecio de oro
No digo nada
Solamente espero.
2011/05/29
2011/01/17
Un regreso momentáneo
Hay una ciega alegría
un hambre de consumir
el aire que se respira,
la boca, el ojo, la mano;
estas pungentes cosquillas
de disfrutarnos enteros
en un solo golpe de risa.
(José Gorostiza)
…para ilustrar ese nosotros, esos momentos breves y largos que nos desnudan un poco cada vez; esos instantes en los que quisiera sumergirme en el abismo de mi memoria, olvidar un segundo quién soy, quiénes somos.
Dejarnos arrastrar por las aguas de un río caudaloso, sólo sintiendo la corriente, la fuerza de cada gota de agua, sin querer llegar a una orilla, con el interminable deseo de hundirme.
Todo esto me provocas, me despiertas, me sugieres, con tus manos que me tocan así como me tocan, cuando mi estómago deja de ser órgano y se hace vértigo para sólo sentirse firme cuando me abrazas.
La falta del otro hace de uno un ser un poco solo y la soledad me lleva a escribir, a contar la soledad, a decir cómo me siento, cómo me haces sentir, cómo se representa tu olor en mi mente, como se convierte en un ladrillo más de mi memoria, de la memoria de tus ojos, tus dedos y tus besos.
un hambre de consumir
el aire que se respira,
la boca, el ojo, la mano;
estas pungentes cosquillas
de disfrutarnos enteros
en un solo golpe de risa.
(José Gorostiza)
…para ilustrar ese nosotros, esos momentos breves y largos que nos desnudan un poco cada vez; esos instantes en los que quisiera sumergirme en el abismo de mi memoria, olvidar un segundo quién soy, quiénes somos.
Dejarnos arrastrar por las aguas de un río caudaloso, sólo sintiendo la corriente, la fuerza de cada gota de agua, sin querer llegar a una orilla, con el interminable deseo de hundirme.
Todo esto me provocas, me despiertas, me sugieres, con tus manos que me tocan así como me tocan, cuando mi estómago deja de ser órgano y se hace vértigo para sólo sentirse firme cuando me abrazas.
La falta del otro hace de uno un ser un poco solo y la soledad me lleva a escribir, a contar la soledad, a decir cómo me siento, cómo me haces sentir, cómo se representa tu olor en mi mente, como se convierte en un ladrillo más de mi memoria, de la memoria de tus ojos, tus dedos y tus besos.
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