No pienso caminar
Detrás de cada solución
Yo prefiero flotar
Acariciando la ciudad
Yo soy invisible y nadie puede lastimarme
No tengo densidad, sólo puedo cantar
(Grillo Villegas)
El domingo, alguien me dijo que soy "invisible", que le parece bárbaro todo esto del blog, pero que igual, no digo que soy Camila y que en vez de eso, utilizo un nickname, que seguramente nadie relaciona conmigo. Me sugirieron buscarme un editor, dejar de escribir huevadas y rescatar lo que sí es bueno (a ojos de mi crítico, las cosas que cuento de la vida, no mis poemas ni otros textos). A partir de las palabras de este joven guitarrista (Gigio, Rocktrotters), empecé a pensar en eso de ser visible o invisible. No por darle mucha bola a palabras que a lo mejor no tienen un fundamento o un sentido. Sino, porque considero que un blog es un excelente vehículo de expresión y cumple con una función bien interesante de conectar personas y, a mi juicio, lograr la retroalimentación viva de cuanto cada quien expone en su página. Y me vino a la cabeza esa canción "Invisible" del Grillo. Cuántas veces pensé en poder llegar a ese estado y flotar, sin densidades de ninguna clase... Viajar sin tiempo ni espacio, cantar, hablar. Ojalá!
El comentario de quien leyó una sola vez mi blog me ayudó a comprender que me reconforta y me enriquece inmensamente haber abierto este espacio para dejar mis palabras, que a lo mejor tocan a algunos; a otros por ahí les parece que son bobadas o sencillamente el lector dirá: "qué bien, he leído algo de la puta hoy".
Thoughts, poetry, photos, drawings on feelings, the books I read and time - past and present, mostly. Because I don't know what the future looks like.
2006/12/19
2006/12/15
Vampiro sin pedigree
Despierto cada mañana
al lado de tu cuerpo
– de los restos de tu cuerpo –
y tu memoria.
Despiertas a mi lado
ser alado
cubierto con papeles y firmas.
Tu cuerpo vuelto nada
tus huesos aplastados
astillados de la noche.
De tu memoria frágil
regresan los besos
con nombres y apellidos,
que no son los míos.
Retomas el olor de esa entrepierna
devorada en medio de gritos
y de sangre,
vampiro tercermundista
de este siglo y sin pedigree.
al lado de tu cuerpo
– de los restos de tu cuerpo –
y tu memoria.
Despiertas a mi lado
ser alado
cubierto con papeles y firmas.
Tu cuerpo vuelto nada
tus huesos aplastados
astillados de la noche.
De tu memoria frágil
regresan los besos
con nombres y apellidos,
que no son los míos.
Retomas el olor de esa entrepierna
devorada en medio de gritos
y de sangre,
vampiro tercermundista
de este siglo y sin pedigree.
63
2006/12/13
¿Que pasa?
No sé si será que el ambiente está caldeado con tanta mierda política de las recientes semanas, o será que ya de verdad estamos alcanzando unos niveles de intolerancia tan grandes, que estamos empezando a perder la compostura.
Anoche me fui al Café Berlín a tomar algo con un amigo, así como para relajarme un cacho antes de ir a mi casa. Todo iba bien hasta que una niñita hermosa entró tocando una armónica para pedir unas monedas. Se me acercó y me pidió que le invite algo de comer. Así lo hice y en lo que estaba con la niña, se acerca el mozo y le dice: sabes que no tienes que estar aquí. Y le digo al joven: está conmigo y se va a ir en un rato. El tipo se calló. Y al instante, otra niñita que no tenía más de cuatro años, entró al boliche y el mozo, con una torpeza absoluta, la tomó de los bracitos y tras sacudirla como a costal, la sacó a empujones. Eso ya fue demasiado. Nadie en el lugar dijo nada, sólo yo. Armé un escándalo y la evrdad, no me da verguenza.
Me parece terrible que un hombre de unos 28 años, digamos que ningún alfeñique, se ponga a zamaquear de esa manera a una pequeña, alegando que si no saca a "estos" del boliche, sus jefes le llaman la atención.
Bastaba con decirle que salga. La torpeza, esa violencia y hasta rabia que noté en su expresión estaban demás.
Hay tanto de eso, todos los días en todas partes. Intolerancia, racismo, agresividad. Cada día aumenta la dosis. Cabría reflexionar un poco y empezar a pensar qué nos está pasando.
Anoche me fui al Café Berlín a tomar algo con un amigo, así como para relajarme un cacho antes de ir a mi casa. Todo iba bien hasta que una niñita hermosa entró tocando una armónica para pedir unas monedas. Se me acercó y me pidió que le invite algo de comer. Así lo hice y en lo que estaba con la niña, se acerca el mozo y le dice: sabes que no tienes que estar aquí. Y le digo al joven: está conmigo y se va a ir en un rato. El tipo se calló. Y al instante, otra niñita que no tenía más de cuatro años, entró al boliche y el mozo, con una torpeza absoluta, la tomó de los bracitos y tras sacudirla como a costal, la sacó a empujones. Eso ya fue demasiado. Nadie en el lugar dijo nada, sólo yo. Armé un escándalo y la evrdad, no me da verguenza.
Me parece terrible que un hombre de unos 28 años, digamos que ningún alfeñique, se ponga a zamaquear de esa manera a una pequeña, alegando que si no saca a "estos" del boliche, sus jefes le llaman la atención.
Bastaba con decirle que salga. La torpeza, esa violencia y hasta rabia que noté en su expresión estaban demás.
Hay tanto de eso, todos los días en todas partes. Intolerancia, racismo, agresividad. Cada día aumenta la dosis. Cabría reflexionar un poco y empezar a pensar qué nos está pasando.
2006/12/12
A cerca de una nota publicada en la revista Cosas
Me siento un poco molesta después de ver una nota publicada en la edición de navidad de esta revista. La nota titula " Papá Noel compartió con los niños". Cito textual: "En un rápido y mágico recorrido, el Viejo Pascuero se fue por distintos centros de La Paz y Santa Cruz, donde compartió con decenas de niños que se mostraron sorprendidos y muy contentos por su inesperada llegada." Los centros, no son el Hospital del Niño, o la Gota de Leche. Y las caritas de sorpresa, no son las de niños pobres, precisamente. Son guarderías de la zona sur de La Paz. Lamentablemente no tengo las fotos para documentar más esto que escribo. No quiero juzgar a nadie, no es lo mío, pero la verdad, me tocó profundo.
Conversando con un compañero de trabajo, la pregunta de ambos fue: ¿por qué no llegan a los niños pobres? Y la mía: ¿por qué no sorprenden a esos niñitos del Hospital del Niño que están necesitados de dosis exageradas de afecto? No pretendo escribir un discurso político acá, pero esta nota me dejó pensando... No sé dónde quedó la sensibilidad social de la que tanto se jactan en la mentada revista. ¿Será que no es publicable la carita de un niño pobre en una edición en la que se muestra la exacerbación del consumo? ¿O será que Papá Noel no llega a esos lugares? Yo nomás pregunto.
Conversando con un compañero de trabajo, la pregunta de ambos fue: ¿por qué no llegan a los niños pobres? Y la mía: ¿por qué no sorprenden a esos niñitos del Hospital del Niño que están necesitados de dosis exageradas de afecto? No pretendo escribir un discurso político acá, pero esta nota me dejó pensando... No sé dónde quedó la sensibilidad social de la que tanto se jactan en la mentada revista. ¿Será que no es publicable la carita de un niño pobre en una edición en la que se muestra la exacerbación del consumo? ¿O será que Papá Noel no llega a esos lugares? Yo nomás pregunto.
2006/12/11
Una vez más… “cantando, soñando…”
Este último jueves, dejando de lado las obligaciones, me fui al concierto de Llegas en el Municipal. A pesar de la lluvia y de un frío que empezó a hacerse sentir justo al salir de mi trabajo, pude llegar, feliz como cada vez que escucho o asisto a un concierto de una de mis dos bandas bolivianas preferidas (la otra es Gogo Blues).
Este concierto me trajo muchos recuerdos. El principal, el Escala de Mano, aquella iniciativa de Proaudio, donde tuve el gusto y el honor de trabajar y donde muchas de mis relaciones vitales se afianzaron o se iniciaron.
Estoy hablando de noviembre del 2000. Fue un despliegue de gente, entre músicos, organizadores, ingenieros de sonido, seguridad… Realmente, un gran evento, del que hasta hoy mantengo un nutrido anecdotario.
Llegas se presentó la segunda noche. Tuvimos que doblar función. Había tal cantidad de gente haciendo fila afuera del Teatro, que nos empezamos a preocupar, pues en determinado momento, los fans empezaron a impacientarse y no faltó quien empezó con las patadas en las puertas del recinto. Las señoras de la boletería estaban muy nerviosas y en eso llegó alguien, creo que fue Walter Gómez y se optó por la función de noche. Creo que nadie imaginaba tal éxito. Dobletear un acústico no es tarea fácil; sin embargo, el Grillo decidió hacerlo, por supuesto con todas las pilas de sus músicos. Sabíamos que sería más trabajo, más horas, más control, más explicaciones al Director del teatro. Pero la emoción de sentir que lo que estábamos haciendo fue una super movida, creo que nos alentó a todos.
No sé si el Grillo se acuerda, pero pasó algo tan divertido. Resulta que al final del concierto de tanda, para cerrar anunciaron Raquel, una de mis preferidas. Entonces, le pedí al cuerpo de seguridad que por favor me cubrieran si hacía falta y yo me escapé un cachito a la platea, para escuchar la canción. Justo cantaba Oscar García y el Krauss, por ende no me iba a perder la versión en vivo.
En mitad de la canción, uno de los chicos de seguridad me toca el hombro y me dice: la llama el Arquitecto (director del teatro). Dice que se trata de algo demasiado importante. Renegando, por supuesto, subí a la oficina del Arqui y a la entrada veo sentaditos a un chico y una chica. No tenían ni 18. El jefe de seguridad estaba ahí junto a ellos. Resulta que este par de perlas, morían por escuchar Raquel, pero no tenían entradas. No tuvieron mejor idea que meter de una patada la puerta que conecta el Teatro de Cámara con el Municipal. La señora de la limpieza los vio y obvio, los acusó. Pobres chicos, tuvieron que cumplir con unas tareas impuestas por el Arquitecto para reivindicarse y evitar ir presos.
Como esa, hay miles de historias. La otra es mejor. La última noche, al finalizar el concierto de Pateando al Perro, un amigo me preguntó, en qué podía ayudar. Le dije que teníamos que recoger todo, los cables, los equipos y llevar todo a Proaudio. Yo estaba con Oscar en el escenario, conversando con el director del teatro, y en eso veo al chango este cargar el busto de Alberto Saavedra Pérez que estaba en el lobby. Fue caricaturezco, pues este flaquito cargaba un peso superior a sus fuerzas, cosa que sólo le pudo haber permitido la ingesta excesiva de alcohol. Tuvimos que marearle la perdiz al Erqui y yo salí disparada a detener al casi ratero que iba a terminar fija en cana si lo pillaban. Al final terminamos todos en una “fiesta inolvidable” en Proaudio.
Esta vez, durante todo el concierto, eléctrico (la segunda), recordé todas estas cosas y también extrañé la presencia de mi amiga Rocío en el escenario.
Me sorprende esta nueva banda, pues se trata de músicos realmente profesionales, muy buenos todos ellos. Benjamín Chambi, me impactó, definitivamente. Creo que ha alcanzado una madurez musical muy importante. Lo digo porque he seguido su tránsito por los distintos escenarios, con distintos grupos. Al margen de tocar la bata como un ídolo, canta, y lo hace bien, “cubriendo” las partes en que se necesitan voces femeninas.
Me quedo con la impresión de un Rodrigo Villegas mucho más sólido como músico. Esto lo noté durante todo el concierto, no solamente mientras tocaba la guitarra, sino también cuando se lanzó a interpretar dos temas él solito con su teclado. Especialmente “SOLA”, me dejó gratamente impresionada, pues no es un tema fácil y aún así, le metió nomás, de bolas. A este chico no se le agotan los recursos.
Otra vez, Llegas me trasladó a lugares maravillosos de mi memoria y de mi vida. Al Soca, a mis épocas de universidad, a toda esa gente linda que conocí al ritmo de más de una canción del Villegas.
Percibí también a un Rodrigo más alegre, más tranqui, tal vez más grande (no por los años, je). Creo que hasta brilla un cacho. No sé qué será, tal vez es que su corazón está lleno.
Le decía a la amiga con quien fui, que siento mucho orgullo por mi amigo, por el profesional que es y por la música que hace. Creo que es un músico bien plantado en la escena del rock boliviano. Son como 16 años que toca (no tengo un dato así super exacto) y siempre ha mantenido la excelente calidad en su música y sus letras, creo que para pesar de muchos (siempre leo comentarios con tan mala onda en su página y su blog…). No es fácil mantenerse en este mercado, con poca plata y con tantas cosas que le han pasado… Igual sigue creando, manifestando esa parte de su esencia que es realmente muy fuerte.
Si me pongo a escuchar todos los discos, desde el Huye (que gracias a Dios encontré en santa Cruz hace un par de años) hasta el Hidrometeoros, puedo decir (aunque no sé mucho de música), que ha habido una evolución bastante importante. Creo que su último trabajo es una muestra de las ganas de explorar nuevas melodías y armonías.
Me alegra que Rodrigo me arranque tantas palabras. Me pasa algo similar con Gonzalo Gomez, tema para otro post.
Salud Villegas! Esperaré ansiosa el DVD.
Este concierto me trajo muchos recuerdos. El principal, el Escala de Mano, aquella iniciativa de Proaudio, donde tuve el gusto y el honor de trabajar y donde muchas de mis relaciones vitales se afianzaron o se iniciaron.
Estoy hablando de noviembre del 2000. Fue un despliegue de gente, entre músicos, organizadores, ingenieros de sonido, seguridad… Realmente, un gran evento, del que hasta hoy mantengo un nutrido anecdotario.
Llegas se presentó la segunda noche. Tuvimos que doblar función. Había tal cantidad de gente haciendo fila afuera del Teatro, que nos empezamos a preocupar, pues en determinado momento, los fans empezaron a impacientarse y no faltó quien empezó con las patadas en las puertas del recinto. Las señoras de la boletería estaban muy nerviosas y en eso llegó alguien, creo que fue Walter Gómez y se optó por la función de noche. Creo que nadie imaginaba tal éxito. Dobletear un acústico no es tarea fácil; sin embargo, el Grillo decidió hacerlo, por supuesto con todas las pilas de sus músicos. Sabíamos que sería más trabajo, más horas, más control, más explicaciones al Director del teatro. Pero la emoción de sentir que lo que estábamos haciendo fue una super movida, creo que nos alentó a todos.
No sé si el Grillo se acuerda, pero pasó algo tan divertido. Resulta que al final del concierto de tanda, para cerrar anunciaron Raquel, una de mis preferidas. Entonces, le pedí al cuerpo de seguridad que por favor me cubrieran si hacía falta y yo me escapé un cachito a la platea, para escuchar la canción. Justo cantaba Oscar García y el Krauss, por ende no me iba a perder la versión en vivo.
En mitad de la canción, uno de los chicos de seguridad me toca el hombro y me dice: la llama el Arquitecto (director del teatro). Dice que se trata de algo demasiado importante. Renegando, por supuesto, subí a la oficina del Arqui y a la entrada veo sentaditos a un chico y una chica. No tenían ni 18. El jefe de seguridad estaba ahí junto a ellos. Resulta que este par de perlas, morían por escuchar Raquel, pero no tenían entradas. No tuvieron mejor idea que meter de una patada la puerta que conecta el Teatro de Cámara con el Municipal. La señora de la limpieza los vio y obvio, los acusó. Pobres chicos, tuvieron que cumplir con unas tareas impuestas por el Arquitecto para reivindicarse y evitar ir presos.
Como esa, hay miles de historias. La otra es mejor. La última noche, al finalizar el concierto de Pateando al Perro, un amigo me preguntó, en qué podía ayudar. Le dije que teníamos que recoger todo, los cables, los equipos y llevar todo a Proaudio. Yo estaba con Oscar en el escenario, conversando con el director del teatro, y en eso veo al chango este cargar el busto de Alberto Saavedra Pérez que estaba en el lobby. Fue caricaturezco, pues este flaquito cargaba un peso superior a sus fuerzas, cosa que sólo le pudo haber permitido la ingesta excesiva de alcohol. Tuvimos que marearle la perdiz al Erqui y yo salí disparada a detener al casi ratero que iba a terminar fija en cana si lo pillaban. Al final terminamos todos en una “fiesta inolvidable” en Proaudio.
Esta vez, durante todo el concierto, eléctrico (la segunda), recordé todas estas cosas y también extrañé la presencia de mi amiga Rocío en el escenario.
Me sorprende esta nueva banda, pues se trata de músicos realmente profesionales, muy buenos todos ellos. Benjamín Chambi, me impactó, definitivamente. Creo que ha alcanzado una madurez musical muy importante. Lo digo porque he seguido su tránsito por los distintos escenarios, con distintos grupos. Al margen de tocar la bata como un ídolo, canta, y lo hace bien, “cubriendo” las partes en que se necesitan voces femeninas.
Me quedo con la impresión de un Rodrigo Villegas mucho más sólido como músico. Esto lo noté durante todo el concierto, no solamente mientras tocaba la guitarra, sino también cuando se lanzó a interpretar dos temas él solito con su teclado. Especialmente “SOLA”, me dejó gratamente impresionada, pues no es un tema fácil y aún así, le metió nomás, de bolas. A este chico no se le agotan los recursos.
Otra vez, Llegas me trasladó a lugares maravillosos de mi memoria y de mi vida. Al Soca, a mis épocas de universidad, a toda esa gente linda que conocí al ritmo de más de una canción del Villegas.
Percibí también a un Rodrigo más alegre, más tranqui, tal vez más grande (no por los años, je). Creo que hasta brilla un cacho. No sé qué será, tal vez es que su corazón está lleno.
Le decía a la amiga con quien fui, que siento mucho orgullo por mi amigo, por el profesional que es y por la música que hace. Creo que es un músico bien plantado en la escena del rock boliviano. Son como 16 años que toca (no tengo un dato así super exacto) y siempre ha mantenido la excelente calidad en su música y sus letras, creo que para pesar de muchos (siempre leo comentarios con tan mala onda en su página y su blog…). No es fácil mantenerse en este mercado, con poca plata y con tantas cosas que le han pasado… Igual sigue creando, manifestando esa parte de su esencia que es realmente muy fuerte.
Si me pongo a escuchar todos los discos, desde el Huye (que gracias a Dios encontré en santa Cruz hace un par de años) hasta el Hidrometeoros, puedo decir (aunque no sé mucho de música), que ha habido una evolución bastante importante. Creo que su último trabajo es una muestra de las ganas de explorar nuevas melodías y armonías.
Me alegra que Rodrigo me arranque tantas palabras. Me pasa algo similar con Gonzalo Gomez, tema para otro post.
Salud Villegas! Esperaré ansiosa el DVD.
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