2008/10/28

Encuentros agradables


En estos días, todo el viento del mundo sopla en tu dirección (Silvio Rodriguez)

Y el viento me lleva a encontrarte en el estante de libros, en la pequeña casa donde vivo. Allí estabas, callada, con tus anteojos gruesos y grandes, ocultando esa mirada pícara que hubiera querido descubrir personalmente. Hoy, sólo tengo esta foto que cuelga de mi pared y tus textos, Susana Thénon (Argentina, 1935 - 1991).

Yo

YO VIVO y tiemblo,
recompongo viejos verbos destrozados
en los hornos del frío
y me invento una palabra para cada lágrima.

Yo salgo a pasear
y me inclino sobre las fuentes vacías
para besar mi boca inexistente.

Yo tengo la mirada llena de sal
y cuerpos como estrellas de arena
y flores voraces
que me consumen lentamente.

Yo vivo y tiemblo,
resucito y me arrastro por el aire caliente
de las floraciones
y por el ojo siempre abierto del día.

Yo, luna tibia,
amándome y muriendo.

(De Habitante de la nada)

2008/10/27

¿Dónde fuiste?


Tal vez estabas cansada de andar sin rumbo fijo. Silencio. Mortal y etéreo. Después, este descanso obligado, este tránsito a otro estado. Mejor descalza, mejor con los pies alados.
¿A dónde te fuiste? No me dijiste nada y ya ves, lo único que me queda, son tus pasos - o la idea de ellos- atrapados en este par de sandalias, viejas y sucias.

2008/10/20

Vicente, el gato

El gato acaba de trepar a la rama del árbol. Él es de tamaño mediano y bastante peludo. La cara, llena de pelos blancos, da el marco a un par de enormes ojos verde-aguamarina. Los bigotes dejan ver el hocico pequeño, negro, manchado con el blanco del resto de la cara.
Hacia las orejas, empieza el color gris, que se asienta como una boina en todo el contorno del rostro del animal. Hacia el lomo, las patas traseras y la cola, se extiende el gris, matizado con blanco y entramado con otras tonalidades claroscuras.
La rama del árbol se ve antigua, acostumbrada probablemente a las visitas de este amigo ocasional, que a lo mejor, en más de una oportunidad se convierte en otro tipo de gato, de otro color y raza. Así es la convivencia entre las ramas de los árboles y estos animales: se acomoda en ellas el que puede llegar y ellas soportan el peso, la picardía y a veces la indiferencia, con gusto.
Nuestro gato no está allí por casualidad. Hay dos opciones: a) tiene la firme intención de cazar un pajarito, o b) está huyendo del perro. En el primer caso, él lleva desde luego las de ganar. Y en el segundo, aunque es casi del tamaño del can, se lo nota temeroso y con deseos de huir. Probablemente porque el perrito es un cachorro con ganas de morder todo cuanto tenga cerca.
El cuadro del gato en la rama, se completa con un verde conjunto de hojas y algunas buganvillas. Las hojas dan la sombra necesaria que permite al felino observar el lugar donde yo me encuentro y concentrarse en el lente de mi cámara.

2008/10/15

Luna llena

Tengo ganas de un pelaje brilloso, con manchas que no son circulares, que me ataje en una red de rocío y telas de araña. Que me suspenda en el aire con garras de oro y derrame mi sangre en el jardín de la noche.
Es luna llena. De madrugada no deja dormir. Doy vueltas en el lecho vacío, inútil.
Blanca me acompaña con sus mortales palabras, descubriendo mis miedos, alentando la soledad y el misterio.

2008/10/13

A pesar de...

Technicolor cuando recuerdo ayer y la madrugada tibia. Horas de delirios y confianzas. Como si siempre hubiera estado en ese lado de la historia. Y no sé absolutamente nada. Ayer no hubo día en el calendario. Un borrón de la mente y del cuerpo, del espacio todo. Me entregué a un largo sueño, solamente pensando en despertar y poder sentir una nueva sensación en el alma: lejos de sentir tu ausencia, te llevo cerca, dentro mío, incrustado como una espina que no duele.
A pesar de que estás lejos -cosa que ya no me interesa-, pienso en la manera de conservar los instantes así, tan íntimos, callados, nuestros.
Van a pasar los años, y ¿me vas a reconocer entre una multitud? Yo a tí quisiera simplemente verte de lejos y saber que eres tú, como la primera vez. De pronto la vida nos regala un nuevo día juntos. A estas alturas, extraño tu sonrisa. ¿Tardarás mucho en darte cuenta?
Mientras eso pasa, yo me siento de este lado de la historia, a escuchar música y a seguir riéndome.

2008/10/01

Psicodelia pop

la noche que queda
se abre entre las nubes
invita a comer labios
a tocar ojos cerrados

queda llena
de cuerpos que se rasgan
se aprietan/mojan/arden

un cuarto oscuro
voces
humoalcoholmoteado
pieles húmedas sin rostro
ángeles caídos

en la cortina
colgada del infinito
hacemos un tímido tajo
nadamos en la psicodelia pop
olvidamos
quiénes
seremos después
nos abandonamos

es el instante que queda
latiendo en los dedos
circulando por las venas

ni un nombre
ni un cuento
ni nada

sólo
psicodelia pop