2007/12/18

Shhhhh... están leyendo

La noche estuvo incendiada de sonrisas. Los matices en los rostros de los espectadores/escuchas de la lectura del último lunes del año en el Etno (Willy y Pedro), eran variados. Sorpresa, gestos de apesadumbramiento, alguna nota de tristeza o melancolía... Eso me hizo pensar que cuando voy al Etno los lunes, me concentro exclusivamente en quien lee. Voy a aclarar, que esa concentración es exclusiva durante el tiempo de lectura, porque después ya es piedra libre y cada quien a lo suyo y a lo de todos.
Anoche me resultó divertido observar el entorno y tratar de imaginar qué es lo que están percibiendo o sintiendo los parroquianos que no son "habitués" de este tipo de reuniones.
Me concentré, y sólo porque me resultó inevitable, en un grupito de "jóvenes" inquietos, que durante toda la segunda parte de la lectura, y también mientras Aldo y Coque cantaban, no dejaron de mensajearse por los celulares, de recibir llamadas y encima charlar en susurros, que por lo menos a mí, me resulta más ruidoso que si hablaran en voz alta. Luego, una de las chicas del mismo grupo, recibió una llamada, se paró y empezó a caminar para salir del lugar a hablar (ha debido ser urgente la cosa, y admito que se portó decente), arrastrando los pies, calzados en zapatos de tacón alto, por ende generando un bullicio abominable.
No es mi afán criticar a nadie. Cada quien va donde quiere ir, el día que le da la gana, a compartir con sus amigos, como mejor le parezca, ¿o no? No vamos a ponernos a exigir demasiado, menos en un boliche pequeño como el "nuestro".
A pesar del ruido, logré captar la esencia de una lectura por demás intensa. Me gustó escuchar a Pedro leyendo a Don Jaime, y presiento que a él también le gustó, se llegó a sentir la intensidad. Ahora, si los chicos celularizados captaron algo, ya no sé.
Sólo trato de observar que nuestro público no es siempre el más educado del mundo. Y no pasa sólo en el Etno los lunes de lectura. Siempre sucede en el cine, en el teatro y hasta en la Sinfónica. Alguna vez comentamos esto mismo con Marta Monzón, coincidiendo en que la mayoría de las veces, se trata de "un público maleducado".
Imagino que a los actores, lectores, y también al repectivo público, les interesa hacer bien sus cosas: unos expresar su arte y los otros, envolverse en el momento que han elegido para dedicarse al arte, sin tener que sufrir por interrupciones abruptas que sacan de la concentración y también de las casillas a cualquiera.
Ya más tarde, justo cuando terminaron las expresiones artísticas, empezaron los brindis, con chela, brandy, los licorcitos, el Estido que tanto le gusta al Willy. Y entre medio de los tragos, la inevitable conversación, el calor de la amistad y el intercambio de un hermoso cariño que creo venimos construyendo hace cerca de un año.
Leyendo el post del Perro, me dieron ganas de escribir un poco acerca de lo mismo, pero con mis variaciones.
SALUD por los lunes, por el Pablo y la Yumi, Don Jorge, Doña Tere, Sebas, que nos tratan tan bien y nos hacen sentir en casa.

2007/12/11

Sin tiempo


El canto del gallo
rompe la noche.

¿Quiénes somos entonces?

No hay rostros.

Sólo la carne y los huesos,
la sangre
tu saliva en mi cuerpo
mi boca en tu cuello.

Nuestras manos,
reconociendo senderos.

No sabía quién eras.
No sabías quién era yo.

¿Quiénes somos ahora?

Habitantes comunes,
presos en el tiempo,
en los relojes de arena
del fin del mundo
donde la nada se anuncia,
y sólo permanecemos los dos,
quietos,
perfectos cómplices,
antiguos guerreros.